» Mazda electrifica su gama sin renunciar al placer de conducción
Mazda ha revelado su estrategia para liderar la nueva era de la electrificación sin perder su esencia: fabricar coches emocionantes de conducir. Durante una presentación oficial celebrada en Tokio, Masahiro Moro, presidente y CEO de la marca, junto a su equipo directivo, presentó los pilares clave de su plan estratégico para 2030, enfocado en sostenibilidad, eficiencia e innovación tecnológica.
Con el objetivo de reforzar su competitividad en un mercado cada vez más electrificado, Mazda implementará una estrategia de optimización de activos. Esta medida contempla una inversión más eficiente en áreas clave como baterías, arquitectura eléctrica, sistemas híbridos y gestión térmica. El presupuesto previsto, inicialmente de 2 billones de yenes, se ajustará a 1,5 billones gracias a alianzas con empresas como Changan Automobile, Toyota, Denso y Blue Nexus. Esta colaboración permitirá reducir costes sin comprometer la calidad o el rendimiento de sus vehículos.
Mazda seguirá apostando por una estrategia de motorización flexible, adaptando sus modelos a las necesidades y regulaciones de cada mercado. Esto incluye el uso de motores de combustión interna optimizados, sistemas híbridos y vehículos 100% eléctricos. Esta estrategia multisolución garantiza que cada cliente pueda disfrutar del mejor tipo de propulsión según sus condiciones de conducción, sin renunciar a una experiencia de conducción única.
Para afrontar la complejidad tecnológica de los vehículos del futuro, Mazda implementará una evolución en sus procesos de desarrollo y producción denominada Monozukuri Innovation 2.0. Este enfoque integrará herramientas basadas en modelos, inteligencia artificial y una mayor flexibilidad en la fabricación, optimizando tiempos y recursos en toda la cadena de valor. La compañía prevé mejoras significativas en eficiencia operativa y capacidad de respuesta para el año 2030.
Mazda prepara el lanzamiento de una nueva generación de motores más eficientes y adaptados a la normativa Euro 7. El propulsor SKYACTIV-Z se integrará en plataformas pequeñas y debutará con la próxima generación del Mazda CX-5 en 2027, combinado con la tecnología híbrida propia de la marca. Este motor no solo mejorará el rendimiento y la eficiencia, sino que simplificará la oferta de motorizaciones y reducirá costes de desarrollo y producción.
Mazda está desarrollando internamente una plataforma modular para vehículos eléctricos de batería (BEV), diseñada para ser altamente flexible tanto en hardware como en software. Esta arquitectura permitirá la producción de diferentes tipos de vehículos y baterías, y debutará en 2027 con un modelo 100% eléctrico de fabricación japonesa y alcance global. El desarrollo de baterías se está realizando en colaboración con Panasonic Energy Corporation, y tras el Mazda6e, la marca ya prepara un nuevo SUV eléctrico para la segunda fase de su plan estratégico.
Mazda también está revolucionando su sistema de fabricación con el uso de vehículos de guiado automático (AGV) y tecnologías OTA (“over the air”) para optimizar procesos. Gracias a Monozukuri Innovation 2.0, la compañía reducirá un 85% la inversión inicial y acortará en un 80% el tiempo de preparación en comparación con la construcción de una nueva planta. Este nuevo enfoque permitirá ajustar rápidamente la producción a la demanda y a la evolución del mercado eléctrico.